jueves, 26 de septiembre de 2013

Desenlaces y albores de una etapa.

Suenan los murmullos por los pasillos, algo tan esperado se acerca poco a poco… ¡¿Qué ya queda sólo un trimestre?! ¡No puede ser… o sí?

Una etapa que termina, los pasos hacia la vida fuera de la escuela nos aguardan a los que entramos en esta última etapa.

¿Qué hago? ¿Estudio o trabajo? … tantas preguntas por responder, tantas cosas por hacer y la indecisión es la fiel compañera. Un futuro lleno de interrogantes, oportunidades cercanas y distantes al mismo tiempo.

Una vida por delante y otra que vamos dejando atrás. Toda va cambiando paulatinamente ¿y yo? Yo tengo miedo de lo que me espera, de fracasar o decepcionarme de mí mismo, de no conseguir trabajo, de… no saber qué hacer.

Desde hace un tiempo venía pensando que tenemos la vida por delante, todo lo que soñamos hacer de adultos está cada vez más cerca, paso a paso se acerca el momento que esperé desde el primer día de clases al ingresar a primer año… el último.

A veces recuerdo el primer día de clases, los pies inquietos y miradas desorientadas, chicos yendo de un lado a otro ¿Para dónde tengo que ir? ¿Alguien me ayuda? ¿Alguien…? Ese día es tan parecido a como imagino lo que nos espera o como me siento en este momento ¿Alguien me ayuda? … Recuerdo entrar tarde al aula, las miradas clavadas en el desubicado que entró después, miró para todos lados, busco una vía de escape… nada, busco un asiento en algún lugar estratégico (en este caso… el banco desocupado) ni tan cerca ni tan lejos, solía olvidar muchas veces que era mi vista y no mi lógica la que elegía ese lugar, pero no viene al caso.

“La secundaria es la mejor etapa de la vida”… “Te vas a divertir tanto… los amigos, las juntadas, la gente nueva… ¡es tan lindo!” Ahora les diría que eso depende de tus compañeros y les preguntaría ¿Y el chico que “no se adaptaba” que pensaba de la secundaria? Probablemente pensara algo parecido a mí, ¿Falta mucho para que se termine? Y ahora le puedo decir no, ya sólo faltan algunos meses. Lo que toda esta gente siempre olvida decir es que el secundario termina y el futuro no es de color rosa.

Todo el mundo con un opinión distinta para darte “Vos, estudia tal carrera...” “No, vos vas a trabajar y estudiar, seguro podes hacerlo…” “Siempre hay trabajo para los jóvenes” Y no, no es tan fácil. Es difícil, tan difícil pensar que lo que espera no está tan a tu alcance como dijeron. Nos espera mucho esfuerzo, muchas ganas de alcanzar nuestros sueños, definitivamente nos espera… seguir para adelante. Todos parecen olvidar la presión y desorientación que provocan sus opiniones… ¿Qué hago? Es la gran interrogante “Haz lo que te dicte tu corazón…” Nah, muy cursi “Haz lo que te haga feliz…” Tan cursi como la anterior pero me sirve. TU vida, exacto TU vida, no la vivirá nadie más que vos y por esa razón te digo ¿No es mejor decidir por lo que te hará feliz? Estudiar lo que a vos te llene, lo que te haga sentir completo, no lo que tu familia o la sociedad espera de vos. Trabajar para sentirte realizado, para ser mejor, no para aguantar lo que sea por ganar unos pesos.

A la vida hay que enfrentarla con escudo y espada, o pluma y papel, o sudor y esfuerzo, en fin, no dejar que esta te pase por encima y no pasar por encima de otros para ser feliz, sino ¿acaso no estaríamos actuando de mala fe?


El año pasado se nos planteó una consigna interesante, armar una obra de teatro sobre la madurez; la discriminación y los prejuicios; y finalmente sobre la elección de la carrera. Luego de armarla, luego de varias otras presentaciones, la presentamos en la universidad, tocó la nuestra, ¿El resultado? Un gran silencio, nadie decía nada ¿La obra era muy mala? Al contrario cumplió su objetivo pero ¿Nadie tenía nada que decir, nada que preguntar? Más tarde nos enteramos qué había sucedido, todos se quedaron pensando, se identificaron, y llegaron a la conclusión de que no eran los únicos perdidos.

¿Será que todos en esta etapa nos encontramos un poco perdidos?

Mis compañeros cuando les pregunte ¿Cómo vivían esta última etapa? para escribir esto, me dijeron algunas palabras que traté en este artículo: Miedo, presión, perdida y esperanza.

La esperanza se puede observar cada vez que nace el espíritu combativo cuando alguien dice que en la vida todo es malo o cuando nos dicen que nosotros no tenemos futuro. ¡No! Nos espera una vida en la que hay que luchar, en la que por más que las cosas no se vean bien hay que seguir adelante, cambiar las cosas, no quedarse quietos ante las injusticias, no dejar que cualquiera te pisotee, no entrar en un quietismo criticón como se suele ver.

Somos la generación de mañana, hagamos algo para que esto no se siga diciendo con decepción.

Ah cierto, se me olvidaba algo… ¿La facultad dará tanto miedo? Mejor lo dejo para otro artículo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario